"La Banda Sinfónica Unió Musical de Llíria se desplazó los días 7 y 8 de julio a la ciudad de Baeza (Jaén) invitada para participar en el II Festival de Bandas de Música “Baeza, Patrimonio de la Humanidad”. Dos autobuses con más de 100 músicos salieron de Llíria para participar en la clausura de este importante festival. Al llegar, se hizo una recepción en el Paraninfo de la Universidad, presidido por el alcalde de Baeza y en presencia del de San Clemente, la otra Banda participante en el festival. Previamente al concierto, la Banda Sinfónica realizó un pasacalle por el centro histórico de esta destacada ciudad renacentista. Posteriormente, y bajo la batuta del director titular Enrique Artiga Francés, ofreció un concierto para clausurar este destacado ciclo nacional de música que tiene como motivo festejar la proclamación por la Unesco de Baeza como Ciudad Patrimonio de la Humanidad. El programa del concierto estaba formado por el pasodoble Cielo Andaluz, la Sinfonía del Nuevo Mundo, de Dvorák, y la Gran Pascua Rusa, de Korsakov. El concierto se celebró en el marco incomparable del claustro renacentista de la Antigua Universidad. Ante el numeroso público que llenaba este recinto, la Banda Sinfónica, que iba acompañada por el presidente, miembros de la junta directiva y socios, recibió una calurosa acogida y fue ovacionada en diversas ocasiones. Es de destacar que los músicos de la Banda Sinfónica recibieron un excelente trato por parte de la organización. Al día siguiente, domingo, todos los músicos pudieron disfrutar de una visita guiada a esta monumental ciudad."
Salvador Camacho, clarinetista de la Banda Sinfónica Municipal de Ogíjares:
"Anoche viví la jornada más emotiva en mi corta pero intensa vida de músico de pueblo. Acudimos al I Festival de Bandas de Música "Baeza, Patrimonio de la Humanidad". A las 13 horas acompañé al Alcalde de Ogíjares, al Concejal de Cultura y al Presidente de la Banda al acto inaugural presidido por el Alcalde de Baeza Leocadio Marín del que luego hablaré. En la presidencia estaban, además, los presidentes de las Bandas de Baeza y de Altea, la otra formación invitada. Fue un acto muy sencillo, con bonitos y breves discursos e intercambio de regalos. Después nos invitaron a comer. En el restaurante El Trillo disfrutamos de una excelente cocina y, lo que es más importante, de la compañía de directivos de las Bandas de Altea y Baeza y, muy especialmente, de la Concejala de Cultura, profesora de música ella misma, que nos deslumbró con su simpatía. La hospitalidad de nuestros amigos de Baeza, insuperable; la cordialidad de nuestros amigos de Altea, inconmensurable. El Festival, como véis, empezaba muy bien. Tras el almuerzo, el alcalde y yo nos sentamos cómodamente en unos sillones del hotel reservado para las Bandas y allí echamos una cabezadita. A eso de las siete de la tarde llegaron los autobuses de la Banda de Ogíjares y comenzaron los preparativos para la gran noche. Primero hubo un corto pero delicioso pasacalle por la Avenida de la Constitución, al término del cual las tres Bandas interpretaron el pasodoble "Viva Baeza". A las nueve menos cuarto estábamos sentados en el patio de la antigua Universidad de Baeza, prestos a abrir el Festival. Todas las localidades estaban ocupadas. En ese templo del saber que tantas veces frecuentó Antonio Machado, íbamos a hacer oir tres piezas, a cual más interesante: "Con aroma andaluz", un pasodoble de concierto de Molina Gomis, "El Barberillo de Lavapiés", de Barbieri y "La Divina Comedia" de William Smith. Nunca me he sentido más ligero de dedos y de alma. Pusimos el corazón en cada nota y salió una interpretación extraordinaria. El público nos dedicó un aplauso interminable. Y las lágrimas afloraron a mis ojos y a las del presidente de la Banda y a la de otros muchos. Los músicos de Altea y de Baeza (que luego darían un recital de altísimo nivel), nos felicitaron efusivamente y, viniendo de ellos, el elogio cobra un especial valor. Mención especial tengo que hacer de nuestro circunstancial director (Luís Castelló no pudo venir), Javier Tejero. ¡Menudo compromiso le había caído encima! Pero lo solventó con gran autoridad. Nos condujo sin titubeos. Aquí no cabe decir que Javier (ahora subdirector) apunta maneras; es que tiene maneras. Como digo, jamás había vivido una jornada musical tan emocionante. Gracias, Baeza: terminé pletórico. Y a la una de la madrugada, subimos al autobús que nos devolvería a Ogíjares."
Tomás Redondo, director de la Agrupación Musical San Clemente de la Mancha:
"Enhorabuena a todos, músicos, organización un 12, esto no se puede mejorar, gran noche de música para la población de Baeza y la gente que no era de allí; para nosotros un orgullo el compartir cartel con la Banda Sinfónica Ciudad de Baeza y, quien me lo iba a decir a mí, llegar a tocar junto a la Banda más laureada y galardonada de España, la Unió Musical de LLíria y no desmerecer para nada nuestro trabajo. Para todos mis compañeros músicos, mi reconocimiento al trabajo realizado, podemos sentirnos orgullosos. Recordar también a todos aquellos que no han podido estar con nosotros, por motivos de estudios y trabajo, y especialmente a mi hermano Vicente, porque lo ha dado todo para que la gente de su pueblo se sintiese a gusto como en casa. Para mí ha sido el mejor viaje de mi vida con nuestra Agrupación Musical "San Clemente de la Mancha". Un fuerte abrazo a todos."
Maite y Anna, componentes de la Sociedad Filarmónica Alteanense:
"Baeza, un pueblo precioso, encantador. Su gente simpática, agradable, amable, hospitalaria...Qué podemos decir del Festival de bandas, fantástico, su organización increible en un corto plazo de tiempo. Un festival maravilloso, nos han atendido de maravilla, nos han tratado con una hospitalidad fantástica, nos recibieron de maravilla...En resumen, ha sido precioso. Gracias Banda Sinfónica Ciudad de Baeza y a toda la gente que ha hecho de este festival una maravilla. ¡¡¡Nos hemos quedado con ganas de repetir!!!"